La Realidad Aumentada resulta muy útil
para mejorar la curva de aprendizaje en procesos industriales. Por
ejemplo, podemos implementar un sistema que ayude a los operarios de un
taller de coches en diferentes procesos, como puede ser el desmontaje de
un motor o un simple cambio de aceite. Gracias a algoritmos de reconocimiento de objetos y a la realidad aumentada podemos
desarrollar sistemas de entrenamiento, formación o simplemente de ayuda
que nos convertirán en auténticos expertos de casi cualquier cosa.